Las facultades fiscales que el Presidente de la República ha utilizado recientemente, sobre condonación de impuestos y descongelamiento de cuentas, son cuestionables, coinciden especialistas.
El 21 de mayo, el Mandatario firmó un decreto a través del cual deja sin efecto las disposiciones que el titular del Ejecutivo tiene para otorgar condonaciones a deudores fiscales.
Una semana después, Andrés Manuel López Obrador pidió a la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) descongelar las cuentas de Altos Hornos de México (AHMSA), con el fin de no perjudicar a los trabajadores de ese planta.
De acuerdo con Jorge Ayax Cabello, auditor Financiero del Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP), el decreto para renunciar a la facultad de condonar es cuestionable debido a que una acción de este tipo debe ser siempre en favor de una persona y nunca en contra.
“Quitarse la facultad de condonar va en contra de una facilidad y un derecho en el Código Fiscal en el Artículo 39”.
“Aunque sea decreto presidencial es cuestionable si esto va por encima del Código Fiscal de la Federación, que está avalado por el Congreso”, dijo.
La facultad de condonar no se eliminó legalmente, sólo fue compromiso, coincidió Guillermo Mendieta González, presidente de la Comisión de Auditoría Fiscal del Colegio de Contadores Públicos de México (CCPM).
“No está cancelando la posibilidad de condonar impuestos, sigue teniendo la potestad de hacerlo. Está dejando el precedente de no hacerlo”, comentó.
Sobre la intercesión para descongelar las cuentas, Mendieta González señaló que son facultades que corresponden a otras autoridades y no directamente al Presidente.