Las presiones inflacionarias se acentuaron en junio y ubicaron al índice en 7.99 por ciento, un nuevo máximo en poco más de dos décadas, lo que generó ajustes al alza en los pronósticos de algunos analistas para el cierre del año, que podría alcanzar hasta 8.4 por ciento, y no descartan niveles de 9.5 por ciento en un escenario pesimista.
Más información de El Financiero, aquí.