La inflación en Estados Unidos aceleró en agosto y se ubicó en 3.7 por ciento, desde el 3.2 por ciento de julio, y ligeramente por arriba del pronóstico de 3.6 por ciento, ante mayores presiones de los energéticos, por lo que analistas prevén que la Reserva Federal (Fed) podría recurrir a otra alza a la tasa de interés antes de que finalice el año.
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