Por unanimidad, la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) mantuvo la tasa de interés en 11 por ciento; sin embargo, ajustó sus perspectivas de inflación y retrasó hasta finales de 2025 la convergencia del indicador a la meta de 3.0 por ciento, desde su proyección previa en el segundo trimestre de ese año.
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