Coincidieron en que la reforma presentada por el presidente tiende a recargar la recaudación exclusivamente en los sectores productivos, quienes generan empleo e inversión y no grava ni amplía la base tributaria en un país con una economía informal como la que aquí hay. Lo que se está presentando como atractivo de la reforma es que va a recaudar el 1.4 por ciento del PIB, nivel bajo.

Especialistas en temas económicos y financieros consideraron que la reforma hacendaria presentada ayer por el titular del Ejecutivo no es la que el país esperaba pues pretende gravar a los mismos de siempre, propone un esquema fiscal menos competitivo y la expectativa que proyecta es que “seguiremos en el mismo círculo vicioso; no suficiente inversión, no empleo, no más impuestos, malestar social”.

Para Carlos Cárdenas Guzmán, presidente del Instituto Mexicano de Contadores Públicos, es simple; “este paquete de reformas no es la que estábamos esperando”.

Aseguró que es claro que al país le urge tener un esquema fiscal competitivo, ya que el Foro Económico Mundial acaba de clasificar a México en el lugar 114 de 140 países en esta materia, de ahí la importancia que la reforma fiscal avanzara.

Y es que, abundó, teniendo un esquema fiscal competitivo podremos tener más inversión, más empleo y más impuestos para cerrar el ciclo virtuoso con mayor bienestar social.

Actualmente, dijo, estamos sumidos en un círculo vicioso porque no tenemos un esquema fiscal competitivo, no hay suficiente inversión ni empleo y no hay bienestar social.

“Lo que vemos en esta reforma, que aunque tiene cosas buenas como la eliminación del IETU y el IDE, fundamentalmente lo que estamos viendo son modificaciones para cobrarle más impuestos a los mismos contribuyentes cautivos de siempre y eso es lo que provoca es que el sistema fiscal sea menos competitivo, por lo que es difícil que México resulte atractivo para la inversión nacional y extranjera porque seguimos sumidos en el circulo vicioso”, aseguró.

Refirió que lo que se está presentando como atractivo de la reforma es que va a recaudar el 1.4 por ciento del Producto Interno Bruto lo cual “nos parece muy bajo porque México tiene un nivel de recaudación muy bajo, no hemos logrado sobrepasar niveles de recaudación del 10 por ciento del PIB cuando la media de los países que integramos la OCDE es de 25 por ciento y la media de los países de América Latina es del 15 por ciento”.

Comentó además que si se pasa de un 10 por ciento actual al 11.4 por ciento, México seguirá muy bajo.

“El mejor escenario que se nos presenta en esta reforma es que en el 2018 estaremos incrementando la recaudación tres puntos del PIB, estaríamos pasando del 10 al 13 por ciento, de los cuales, un punto estaría destinándose a los estados. Entonces, es una reforma que en el mejor de los casos a la federación le va a dejar en el 2018, dos puntos del PIB; pasaríamos del 10 al 12, cuando el país requiere niveles de recaudación del 16, 18 por ciento para hace frente a sus compromisos”.

Calificó como preocupante ese panorama porque no se está combatiendo la economía informal a pesar de que se plantea una invitación para que se incorporen, pero no se nota una coordinación efectiva entre federación y estados y municipios para combatir la economía informal que alcanza niveles del 60 por ciento del total de los participantes de la economía.

Asimismo, señaló que no se ve un esfuerzo recaudatorio de los estados que actualmente recaudan en promedio 8 por ciento del total de los ingresos que perciben, el otro 92 por ciento lo reciben de la federación y se les está ofreciendo un punto más, en lugar de ponerlos a que hagan su esfuerzo recaudatorio.

En su oportunidad, Enrique Ramírez, socio de la calificadora Ernest & Joung opinó que los efectos de la reforma, de ser aprobada en estos términos, será disminuir el atractivo que tiene México como destino de inversión porque en un mundo globalizado como en el que vivimos hoy día es preciso ofrecer una buena oferta para competir con otros países.

Y la reforma presentada por el presidente Enrique Peña Nieto tiende a recargar la recaudación exclusivamente en los sectores productivos, quienes generan empleo e inversión y no grava ni amplia la base tributaria en un país con una economía informal como la que aquí hay.

“Creo que el hecho de que estemos recargando, una vez más la tributación en el sector productivo va a llevar a cuestiones de falta de inversión falta de crecimiento y a la postre a la falta de empleo. Habrá que ver si el gasto público que se genera con este incremento a la recaudación genera el mismo número de empleos que generaría al mismo tiempo un incremento en las posibilidades de inversión extranjera y nacional”, precisó.

Comentó que es una reforma incompleta, no es una reforma fiscal integral, no da un giro a la política tributaria, sino que solamente agudiza el sistema que tenemos que es de por si poco competitivo.

“Se ve con gravedad que se limiten los beneficios a la maquiladora, las maquiladoras han sido un motor del empleo en México y el que estén limitando de los beneficios de los que ahora gozan evidentemente va a llevar a revisar las decisiones que han tomado muchos países de empezar a invertir en plantas para ocupar mano de obra mexicana a través del esquema de maqui la y llevárselas a otros países o destinos”.

Privilegia las cuestiones sencillas, dijo, “las políticas por encima de las que nos parecen económicamente correctas”.

Por su lado, el contador Jesús Patiño, refirió que es una buena noticia abrogar el IETU porque es una deuda con los contribuyentes y el IDE.

Sin embargo, coincidió con los especialistas en el sentido de no gravar los impuestos indirectos.

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