Para hacer frente al bombazo que le estalló al Gobierno Federal con el tema de los gasolinazos, Enrique Peña Nieto anunció junto al sector empresarial una serie de acuerdos, entre los que destacó su proyecto de repatriación de capitales.

Este fue uno de los puntos clave dentro del Acuerdo para el Fortalecimiento Económico y la Protección de la Economía Familiar, un tema que había quedado empolvado en el Gobierno desde el 2015, cuando fue lanzado pero con una vigencia de seis meses, pero no en el olvido de los empresarios.

En un diagnóstico casi inmediato, el destacado fiscalista, Herbert Bettinger, señaló en diálogo con La Política Online sus dudas al respecto, “da la impresión de de que este esquema pudiera repetir el de ese entonces”.

Explicó que “son muchas trabas las que pone el gobierno y por eso no es exitoso” y consideraba que para lograr que regresen los capitales el gobierno tendría que rebajar sus exigencias y dar más estímulos.

A meses de darse a conocer, el mercado ha tenido tiempo de estudiar con más profundidad la propuesta pero la opinión sigue mostrando dudas. Desde el Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMPC), coinciden en su reciente análisis en que las trabas son altas y poco motivadoras para los inversionistas.

Francisco Moguel, presidente de la Comisión Fiscal del IMPC, apuntó que “el hecho de que la autoridad fiscal haya precisado que para tener acceso al beneficio completo es necesario que se ingrese al país el capital completo de las inversiones de las personas físicas y morales, hace que éstas se sienten a replantear si entran o no a este programa”.

Y es que este nuevo proyecto plantea que si un contribuyente quiere tener el beneficio completo de la aplicación de 8% sobre los rendimientos obtenidos, será necesario retornar al país el capital que los soporta (es decir el total de su dinero en el extranjero), aun cuando éste ya haya pagado impuestos.

También indica que si el retorno de la inversión es parcial, sobre la parte del capital no retornado se considerará que aún se tienen adeudos y deberán pagarse conforme a las reglas de la Ley del Impuesto sobre la Renta; es decir, con una tasa de 35% si es persona física o de 30% si es moral.

“Por estas precisiones, el éxito del programa dependerá de la gente que sí está dispuesta a traerse todo su capital e invertirlo en el territorio nacional por dos años; se espera que se presente una reacción completamente diferente a como se visualizó en enero”, dijo Moguel.

Sobre todo, subrayó que cuando se anunció el estímulo, se estimó que se retornarán alrededor de 50,000 millones de pesos, pero advirtió que esta cifra puede verse afectada por las condiciones que se aplicaron últimamente.

En este sentido, indicó que el IMCP estima que con dicha precisión el programa podría no tener el éxito que se visualizó en un principio y que debido a que este factor fue también una limitante en el programa anterior, se espera que este año los resultados sean similares.

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