Los más de 30 impuestos diferentes que existen en el país provocan que más de 50% del ingreso familiar se destine al pago de éstos, lo que termina afectando la libertad económica, destacó la agrupación ELEGIR, Observatorio de Libertad Política y Económica.

Un contribuyente formal paga de su ingreso 30% por concepto del Impuesto sobre la Renta (ISR) y alguien que vive en la economía informal paga 0% de impuestos.

Además, con el resto de su ingreso, paga el Impuesto al Valor Agregado (IVA), el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), derechos, Tenencia y demás actividades que generan un impuesto: telecomunicaciones, apuestas, bebidas alcohólicas.

El análisis hecho por la congregación de organizaciones de la sociedad civil destaca que un Estado con muchos y elevados impuestos es más propenso a otorgarle al gobierno la posibilidad de generar más recaudación; sin embargo, un gran cobro de tributaciones puede ocasionar que busquen la manera de evadirlos.

“La evasión fiscal y la informalidad resultan en que los contribuyentes se encuentran excesivamente gravados y el Estado obtiene una baja recaudación total si nos comparamos con países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que cobran más de 50% de impuestos sobre el ingreso de sus ciudadanos”, aseguró.

Por otro lado, afirmó, la complejidad del sistema tributario afecta sobre todo a las empresas pequeñas que son la mayoría de las unidades económicas del país. Esto debido a que el ISR representa la reducción en los ingresos de las empresas y de los particulares.

“Este impuesto transfiere la pérdida a empleados, descapitaliza y redirige el ingreso a las arcas del Estado, que bien podría ser llevado a salarios, inversión o a investigación”, afirmó la organización.

El Impuesto sobre Nómina es otra carga fiscal que el análisis consideró como “un impuesto perverso, ya que castiga la productividad, los estímulos directos al trabajo y distorsiona el mercado de trabajo”.

La principal consecuencia es que una parte importante de los empleadores prefiere mantenerse fuera del sistema tributario. Elegir afirmó que, para muchos de los pequeños y medianos empresarios, la cantidad de impuestos implica grandes costos para su empresa.

Por lo anterior, dijo que se debe cuestionar cómo hará el gobierno para detonar el crecimiento si no hay los incentivos necesarios para que eso suceda y si a pesar de todos los gravámenes que se pagan, no se consigue recaudar lo suficiente, indicando que no se pagan impuestos específicos.

Así, ELEGIR se estaría sumando a los especialistas fiscales que en repetidas ocasiones han mencionado que el esquema tributario del país es poco competitivo y que hay características que están afectando a ciertos grupos de contribuyentes.

Además, la organización destacó que la complejidad del sistema tributario en México -aunado a todos los cambios contables que se han presentado- obliga a la mayoría de los contribuyentes a hacer uso de un contador, lo que genera un gasto extra.

En cuanto a los impuestos especiales, Elegir reveló que bajo argumentos que no tienen que ver con la recaudación -y obedecen más a desincentivar el consumo de algunos productos o a ocuparse del medio ambiente y de la energía-, se están generando sobreprecios a ciertos artículos.

Por último, aseguró que las contribuciones locales que se pagan (adquisición de bienes, prestación de servicios de hospedaje, actividades mercantiles, rifas, sorteos, ejercicio de profesiones, entre otras) y los pagos al fisco por las cuotas de seguridad social y el reparto de utilidades, son desembolsos que solamente se suman al fenómeno delictivo del derecho de piso, al que cada vez más ciudades se enfrentan y que merma el crecimiento de los pequeños negocios.

Liga El Economista clic aquí